Signos clínicos

Son variables y pueden oscilar desde la infección inaparente hasta la enfermedad fatal aguda. La mayor parte de los perros después de la exposición, desarrollan una infección subclínica.

Los vómitos (generalmente espumosos), la diarrea (frecuentemente con sangre y olor característico), la anorexia y la deshidratación caracterizan la enteritis aguda por CPV. Alternativamente en cachorros menores de ochos semanas de edad puede aparecer miocarditis por CPV (son escasos los casos de este tipo). Los perros afectados aparecen muertos o mueren después de un breve episodio de incomodidad y disnea. El examen de corazón y los pulmones revela cardiomegalia y edema pulmonar. La miocarditis por CPV puede producirse sin enteritis.

Las lesiones macroscópicas de la infección por parvovirus se encuentran por lo general en yeyuno e íleon. Existe congestionamiento de la pared intestinal junto con congestión y hemorragia subserosa. Es corriente el aumento de tamaño y el edema de los ganglios linfáticos mesentéricos. En la miocarditis aguda por  parvovirus, la principal lesión se encuentra  en el miocardio, que presenta un veteado con listas blancas. Con frecuencia existe un edema pulmonar acompañado de un edema perivascular.

Las lesiones microscópicas se circunscriben a órganos  que poseen un elevado número de células que se encuentran en fase de multiplicación, como lo son los enterocitos, ganglios linfáticos y la médula ósea. A nivel del intestino delgado los hallazgos más importantes se encuentran en necrosis del epitelio de las criptas y atrofia de las vellosidades del epitelio. En los perros que sobreviven a la fase aguda de trastornos intestinales, el epitelio intestinal se regenera. Es corriente la lisis de los linfocitos en la corteza del timo y en los centros germinales de los ganglios linfáticos que origina el agotamiento de éstas células. En la forma clínica de la infección parvovirósica que se cursa con miocarditis, el miocardio correspondiente a los ventrículos presenta destrucción de miofibrillas, necrosis focal de las mismas e infiltración de las células mononucleares.

A la palpación abdominal presenta dolor intestinal con contenido gaseoso y líquido. En perros clínicamente enfermos la deshidratación es severa y el tratamiento temprano con soluciones electrolíticas es esencial. Una marcada pérdida de peso también es característica de la infección. La restauración del intestino delgado lleva 2 a 3 semanas después de la infección, momento en que las pérdidas de peso retornan a la normalidad.

La enfermedad puede ser hiperaguda, con muerte después de un corto período clínico. Las muertes ocurren en 48 a 72 horas después de la aparición de los primeros signos clínicos.

Las muertes repentinas causadas por miocarditis (hoy día poco frecuentes) pueden ser observadas en cachorros de hasta tres meses de edad. Estos animales generalmente fueron infectados durante el último período de la gestación. La dependencia de la edad con respecto a la infección del miocardio se debe a la división activa de éstos tejidos, pero esto se produce solamente en animales muy jóvenes. Las infecciones neonatales también pueden producir una infección generalizada con lesiones en diversos tejidos.

El hallazgo más importante a la necropsia es la enteritis hemorrágica que frecuentemente involucra todo el aparato digestivo intestinal.

La enfermedad es frecuentemente asintomática en perros viejos ó en cachorros que reciben bajas dosis del virus dado que la severidad de la infección está altamente relacionada con la dosis. 

Los cuadros de parvovirosis pueden ser exacerbados por infecciones concurrentes con Giardias, Ancilostomas, con otros organismos entéricos o con el Coronavirus canino

Los síntomas de diarrea aparecen normalmente 4 a 7 días después de la infección, apareciendo comúnmente también la anorexia, depresión, fiebre, vómito, diarrea y deshidratación. La hipotermia y la coagulación intravascular diseminada se asocia a sepsis bacteriana terminal o endotoxemia. 

Fig. 1. a) Aspecto histológico de la enteritis por parvovirus, b) la infección por parvovirus canino da lugar a una diarrea intensa con eliminación de material de coloración marrón y aspecto hemorrágico y c) En casos extremos la parvovirosis canina se asocia con arritmias ventriculares, insuficiencia cardiaca congestiva, edema pulmonar y muerte.